El presidente francés Nicolás Sarkozy manifestó que no cederá ante la enorme presión de la huelga que paralizó al país la última semana.
«Francia necesita reformas para hacer frente a los desafíos que le impone el mundo. Y las haremos», remarcó el mandatario galo en relación a su proyecto de modificar la política de jubilaciones, lo que motivó la protesta masiva de los trabajadores, a los que ahora se han sumado los estudiantes.
«Cada cual debe preguntarse sobre la continuación de una huelga que ya ha costado tan caro a los usuarios, que no deben ser tomados como rehenes de un conflicto que no les concierne», agregó Sarkozy. «No quiero que haya un vencedor y un vencido. Hasta el final seguiré determinado. La reforma se hará, que nadie lo dude, pero hasta el final seguiré abierto al diálogo porque es mi deber», insistió.
La huelga continua, aunque a nivel de transporte, ha perdido algo de fuerza, al volver los trabajadores del sector a su actividad en forma paulatina. Los sondeos indican que la gran mayoría de los franceses acompaña el reclamo, si bien la opinión pública fue favorable en un comienzo a esta reforma impulsada por el gobierno.
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