El presidente Néstor Kirchner dispuso, en el más absoluto sigilo, el desplazamiento del jefe de la Inteligencia Militar, general de brigada Osvaldo Montero. También se estableció que pase a retiro.
“Dígale a Montero que se va. Por deslealtad», fueron las palabras de la ministro de Defensa Nilda Garré a Luis Pozzi, número 1 del ejército en ausencia de Roberto Bendini, hace 2 semanas. Garré había sido informada por la SIDE de operaciones para que no continuase en su cargo en el próximo gobierno. Las escuchas telefónicas apuntaban a Montero, quien habría buscado posicionarse con un cambio de ministro.
«Había estupor y dolor entre altos jefes militares», aseguraron en la Casa de Gobierno. Aunque el incidente se mantuvo en secreto, no dejó de tomar por sorpresa a muchos. Ahora, el cargo de Montero queda vacante.
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www.lanacion.com.ar/EdicionImpresa/politica/nota.asp?nota_id=964518
www.clarin.com/diario/2007/11/22/elpais/p-00301.htm
www.perfil.com/contenidos/2007/11/22/noticia_0003.html