La Cámara de Diputados dio la media sanción que faltaba a la Ley de bosques nativos, con lo que para por un año el desmonte y la tala, mientras el Estado hace un ordenamiento territorial sobre cuales zonas se podrán talar y cuales no.
El único orador fue el principal impulsor de la norma, Miguel Bonasso. Presidente de la Comisión de Recursos Naturales, el diputado kirchnerista debió batallar contra la oposición de los representantes de las provincias del norte, como Salta y Formosa. Un Fondo Compensatorio terminó siendo el consuelo para las provincias que se oponían.
El legislador atribuyó al lobby de las empresas madereras el que se dilatara el tratamiento de la cuestión, que tardó más de un año en aprobarse. Organizaciones ecologistas apoyaron la iniciativa, y Greenpeace logró juntar en su momento un millón y medio de firmas para obligar al tratamiento de la ley.
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www.clarin.com/diario/2007/11/29/sociedad/s-04001.htm
www.lanacion.com.ar/EdicionImpresa/informaciongeneral/nota.asp?nota_id=966545
www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-95446-2007-11-29.html
