Mauricio Macri juró ayer como nuevo Jefe de Gobierno porteño en la Legislatura porteña, al igual que su vice, Gabriela Michetti.
“Creo en la ética del hacer, en la pasión del hacer para la gente”, dijo en su breve discurso de 8 minutos, donde tendió líneas de diálogo. “No vengo a ser oposición de nadie. No voy a guiarme por banderas políticas”, afirmó, y le deseó éxito en la gestión presidencial a Cristina Kirchner y en la provincia a Daniel Scioli. «La agenda metropolitana nos obliga a trabajar juntos y a ayudarnos. La General Paz o el Riachuelo no son una frontera: al contrario, nos integran y nos unen», dijo sobre la relación con el nuevo gobernador bonaerense.
«Debemos trabajar todos juntos para que la pobreza y la exclusión sean superadas por la integración, la cohesión social y la dignidad. Esta inclusión también nos ayudará a crear condiciones para revertir la locura de la inseguridad», expresó, y abogó por recuperar el valor del respeto, una “norma fundamental de la relación entre las personas”.
«Me indigna cuando me dicen que no es posible mejorar la infraestructura que tenemos. No podemos engañarnos más con anuncios de obras que después no se concretan. En mi gobierno, obra que empieza es obra que debe terminarse en fecha. El gobierno tiene que cumplir con los presupuestos de inversión, y las empresas tienen que cumplir con los precios y los plazos», dijo sobre los proyectos a realizar.
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www.clarin.com/diario/2007/12/10/elpais/p-01401.htm
www.lanacion.com.ar/969793
www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-95974-2007-12-10.html
