Carlos Fernández, jefe de la prefectura, fue relevado de su cargo por orden de la presidente Cristina Fernández de Kirchner. Es una respuesta institucional a la muerte del represor Héctor Febres, en una dependencia de la prefectura, mientras esperaba el fallo en el marco del juicio por crímenes cometidos en la dictadura a que era sometido.
Por el lado de la familia de Febres, estos niegan toda participación en su muerte, y acusan al prefecto Volpi, quien acompañaba al ex prefecto, según ellos, en su última cena, donde habría ingerido el cianuro que le causó la muerte. Volpi habría estado con Febres en todo momento durante esa comida. Los familiares dijeron haber estado no en la cena, sino en el almuerzo.
«Lo que nos interesa es dejar en claro la gravedad institucional que esto tiene. Febres murió mientras estaba detenido a disposición de la Justicia, es decir del Estado», aseguró Rodolfo Yanzón, uno de los abogados querellantes, para quien es “indistinto” si el marino murió por suicidio o por asesinato. Esas son las 2 hipótesis que baraja ahora la jueza Sandra Arroyo Salgado.
Más información
www.clarin.com/diario/2007/12/17/elpais/p-00601.htm
www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-96292-2007-12-17.html
www.lanacion.com.ar/EdicionImpresa/politica/nota.asp?nota_id=971844
