El magnicidio de la ex primer ministro de Pakistán, Benazir Bhutto, sumió en el caos político al país y llenó de desconcierto a las filas del Partido Popular de Pakistán (PPP), la organización que ella encabezaba. La Comisión Electoral decidirá mañana si se realizan o se posponen los comicios previstos para el 8 de enero.
En tanto, se aguarda con gran expectativa la lectura del testamento político que Benazir Bhutto dejó preparado en caso de muerte. Ella era la figura aglutinante del PPP y una opción de cambio que, tras su muerte, para muchos se desvanece. En las calles la violencia recrudece.
El testamento político será leído por Bilawal Zardari, el hijo de Bhutto. Hay quienes presumen que, siguiendo con la tradición feudal tan arraigada en este país, la ex primer ministro podría haber delegado su peso en el partido sobre este joven de 19 años. También lo podría haber hecho sobre su hermana Sanam, o su esposo, Asif Ali Zardari. Esta última posibilidad parece más remota por los antecedentes de corrupción que pesan sobre el viudo.
Mientras tanto, el partido consideró necesario que, al menos momentáneamente, tome sus riendas el vicepresidente del PPP, Makhdoom Amin Fahim.
La Comisión Electoral deberá decidir mañana la suerte de los comicios. De ello y del legado político del PPP depende, en gran medida, la tranquilidad o el caos en Pakistán.
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