Frente a las evidentes muestras de desaceleración de su economía, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, anunció una serie de medidas para estimular la inversión y el consumo. Sin embargo, Wall Street siguió con su impulso a la baja.
El programa se centra en una reducción de impuestos que, en su totalidad, alcanzaría a los 145.000 millones de dólares. Se especula con que la baja podría ser de US$800 por persona y de hasta 1.600 por familia.
Según explicó Bush, las medidas serán estrictamente temporarias para que no tenga un impacto demasiado negativo sobre el ya abultado déficit presupuestario. En tanto, desde la oposición se habla de incluir también en el programa objetivos que beneficien a los “más desprotegidos”.
Durante su anuncio, Bush advirtió que «este paquete pro-crecimiento tiene que ser establecido sobre la base de un alivio fiscal que afecte directamente el crecimiento económico y no sobre el tipo de programas (sociales) que aumentarán el gasto y no tendrán un impacto directo sobre la economía». Las medidas, igualmente, deben ser todavía discutidas en el Congreso de mayoría demócrata.
En tanto, la caída de Wall Street parece continuar sin importar los anuncios que se hagan. En la jornada de ayer cerró 0,49% abajo.
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www.elpais.com/articulo/internacional/elpepuint/20080119elpepiint_5/Tes
www.elmundo.es/elmundo/2008/01/18/internacional/1200669054.html
www.lanacion.com.ar/exterior/nota.asp?nota_id=980009
