La secretaria de estado norteamericana, Condoleezza Rice, realizó el viernes una visita oficial a Colombia para impulsar el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambos países. Por el momento político en que se decidió el viaje, éste es interpretado como una clara muestra de apoyo al gobierno de Álvaro Uribe.
En su primer día en Medellín, la funcionaria norteamericana se reunió con paramilitares desmovilizados y se interiorizó en el proceso de formación y desmantelamiento de esas organizaciones. La gira se desarrolla después que el mandatario venezolano, Hugo Chávez, pidiese a la comunidad internacional dejar de llamar terroristas a las FARC, algo que el gobierno de Uribe considera inadmisible.
Más allá del interés por el TLC, los analistas en política internacional ven a la presencia de Condoleeza Rice en ese país como la consolidación de Colombia como principal aliado de Estados Unidos en América latina. Incluso Chávez, dentro de la escalada diplomática con ese país, comparó a Bogotá con un “portaaviones” norteamericano en Sudamérica.
Así también, desde Nicaragua y en una conferencia de prensa junto al presidente Daniel Ortega, el venezolano acusó al gobierno de Álvaro Uribe de «estar fraguando una conspiración, una provocación bélica contra Venezuela, por orden de Estados Unidos, para obligarnos a dar una respuesta que pudiera prender una guerra». Incluso, dijo que la maniobra tiene por nombre: «Operación Balboa», y que no es casualidad que varios altos funcionarios del gobierno estadounidense hayan visitado Colombia en los últimos días, entre ellos la secretaria de Estado.
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