A casi dos años de los graves conflictos sociales que estallaron con violencia en los suburbios de las principales ciudades francesas, el presidente Nicolás Sarkozy anunció ayer viernes la puesta en marcha de un programa destinado a bajar las tasas de desempleo y darle conectividad a esas grandes poblaciones semi marginales. Las ONGs que trabajan en la zona y los líderes de la oposición salieron a criticar la medida.
El programa fue bautizado «Esperanza para los suburbios», y prevé paliar las causales que desataron la violencia en 2005, cuando Sarkozy era ministro del interior y tuvo que hacer frente a la emergencia. El alto desempleo – que ronda el 20 por ciento en estos barrios – la marginalidad, los roces étnicos y culturales con el resto de Francia (son zonas habitadas mayormente por inmigrantes árabes), la ausencia de futuro para los jóvenes, y los resquemores hacia la policía, son algunos de los puntos que el plan busca aatacar.
Por ello, durante su presentación, el presidente francés hablo de encarar una lucha contra la exclusión, anunció una «guerra sin cuartel» contra la delincuencia, y pidió el acompañamiento general para llevar a «más de 100.000 jóvenes» hacia el empleo. También anunció el despliegue de 4000 policías suplementarios y prometió atacar «al tráfico y a los traficantes» de droga.
Sin embargo, el proyecto prevé una única partida de 724 millones de dólares, financiados por la solidaridad nacional, destinados a mejorar los transportes públicos en los barrios «donde el aislamiento es un obstáculo para el empleo». Precisamente, la ausencia de financiación provocó la reacción de la oposición y las asociaciones que trabajan en esos barrios. Denunciaron la falta de «ambición» y la ausencia de un presupuesto para el proyecto.
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www.elmundo.es/elmundo/2008/02/08/internacional/1202470368.html
www.elpais.com/articulo/internacional/elpepuint/20080209elpepiint_11/Tes
www.lavanguardia.es/lv24h/20080208/53434053195.html
