Con una alerta sobre la crítica situación económica mundial, el Grupo de los 7 – que incluye a los países más industrializados del planeta – se reunió en Japón para analizar la situación generada por la crisis de “subprime” e hipotecas en Estados Unidos.
En un comunicado emitido ayer, los ministros de finanzas y los presidentes de los bancos centrales del G7 (conformado por Japón, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Italia y Francia) se mostraron dispuestos a tomar «medidas individuales o colectivas» para garantizar la estabilidad económica, pero no se desprenden del documento cuales serían las acciones coordinadas para hacer frente a la emergencia.
En un tono ambiguo, los políticos y técnicos económicos de los países desarrollados reconocieron la inestabilidad económica mundial producto de la crisis hipotecaria en Estados Unidos pero intentaron bajar el tono a las críticas al decir que la economía estaba fuerte y que se iba a superar la situación. En ese contexto, el secretario del Tesoro estadounidense, Henry Paulson, auguró un largo periodo de incertidumbre: «La inestabilidad financiera es seria y persistente”, dijo, pero indicó que las bolsas se recuperarán.
Según los analistas económicos, a corto plazo habrá un serio riesgo caracterizado por la depresión que domina hoy al mercado inmobiliario estadounidense, con un consecuente endurecimiento de las condiciones para la concesión de créditos. Los primeros pasos en este sentido ya han hecho que disminuya la liquidez de consumidores y empresas, con lo cual los bancos han reducido sus préstamos absorbiendo ya pérdidas que llegarían a los 100.000 millones de dólares. Se trata de un círculo vicioso que provoca una disminución en el consumo, menores expectativas de negocio, despidos en las empresas y disminución del comercio interno y externo.
Por lo pronto, el responsable japonés de Finanzas ya ha sugerido que de las reuniones – que continuarán hoy – no saldrá una acción concertada para frenar la crisis crediticia, ya que «cada país tiene distintas realidades». Aún así, se espera que de ello surja un mensaje claro para tranquilizar la volatilidad de las bolsas mundiales.
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www.lavanguardia.es/lv24h/20080209/53435193957.html
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