Al explotar una bomba en el coche que lo llevaba a Damasco, la capital de Siria, murió Imad Moughnieh, uno de los líderes de Hezbollah. La justicia argentina lo tenía en la mira por su presunta participación en los ataques a la Embajada de Israel y a la AMIA en Buenos Aires, en 1992 y 1994, respectivamente.
Moughnieh estaba en las listas de los hombres más buscados del mundo de la CIA y el Mossad de Israel. El gobierno norteamericano llegó a ofrecer 5 millones de dólares por su captura.
En un comunicado Hezbollah acusó a Israel de estar detrás del atentado que le costó la vida. El grupo aseguró que «con todo el orgullo anunciamos que el gran líder de la guerra santa y la resistencia Islámica en Líbano, el hermano y comandante Imad Mughniyeh, se integra a los mártires».
Mientras, el gobierno de Ehud Olmert negó haber participado en el atentado contra Moughnieh. Por su parte, y a título personal, el parlamentario israelí Danny Yatom, estimó que «su ejecución es un gran logro del mundo libre contra las organizaciones terroristas y a través de esta acción ahora sabemos que ningún terrorista es inmune».
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www.clarin.com/diario/2008/02/14/elpais/p-01001.htm
news.bbc.co.uk/low/spanish/international/newsid_7242000/7242706.stm
www.elpais.com/articulo/internacional/elpepuint/20080214elpepiint_3/Tes
