La política italiana vuelva a dar sorpresa mientras se acercan las elecciones de abril. El hasta ahora favorito Silvio Berlusconi se quedó sin el apoyo de la UDC, su principal aliado en la alianza de derechas del PDL con la que pensaba acceder nuevamente al gobierno de la península.
Pier Ferdinando Casini, líder de la Unión de los Demócratas Cristianos (UDC) y socio histórico del ex primer ministro, dio el portazo ayer y desató la tormenta política. Si bien los roces con Berlusconi vienen desde mucho tiempo antes, no se preveía una ruptura.
Lo cierto es que la UDC se apartó luego de la negativa de Il Cavaliere a aceptar su simbología. «El PDL es populista y demagógico, puede comprar símbolos pero no a los hombres y a sus ideas, ya que no todos en Italia están en venta», dijo Casini.
Cambia así el escenario político italiano. Mientras que hasta hace unas pocas horas la victoria de Berlusconi parecía asegurada en los comicios del 13 y 14 de abril, ahora Casini se presentará por separado restándole votos a lo que quedó de la PDL y dándole más chances al centroizquierdista, Walter Veltroni, que viene levantado en las encuestas.
Ahora sólo acompañan a Silvio Berlusconi en la PDL su propio Forza Italia, la Alianza Nacional de Gianfranco Fini y a la xenófoba Liga Norte.
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www.elmundo.es/elmundo/2008/02/16/internacional/1203159479.html
www.lanacion.com.ar/edicionimpresa/exterior/nota.asp?nota_id=988116
www.ansa.it/ansalatina/notizie/rubriche/italia/20080215213934595496.html
