A tan sólo unas pocas horas de los comicios legislativos del lunes, la violencia dejó el sábado más de 40 muertos en Pakistán. El ataque más sangriento se cobró 37 vidas en el norte del país.
Frente a las oficinas de Riyaz Hussain Shah, candidato independiente respaldado por el Partido del Pueblo de Pakistán (PPP), un atacante suicida hizo detonar una bomba que mató a más de 37 personas y dejó alrededor de 100 heridos. En otro atentado, un atacante suicida al volante de un vehículo hizo estallar la carga explosiva cerca de una oficina militar en el valle de Swat, al noroeste, del país, dejando 2 muertos y 8 heridos.
En otro incidente en Bajaur, una zona tribal, una bomba estalló en un colegio electoral sin que se constataran víctimas. Y por último, en la ciudad de Hyderabad, en el sur, la policía detuvo a un hombre con un chaleco lleno de explosivos que se disponía a atentar contra un mitin.
Entre todos los ataques se contabilizaron al menos 40 muertos.
En diciembre pasado, un sangriento atentado mató a la líder del PPP, la ex primer ministro Benazir Bhutto, y obligó a postergar las alecciones por la ola de violencia. Este lunes, Pervez Musharraf busca ganar las elecciones para mantener un Parlamento adepto que, además, de cierta imagen de normalidad democrática a un régimen fuertemente criticado por buena parte de la comunidad internacional y defendido por Estados Unidos y sus aliados. La mayor preocupación radica en quien termine tendiendo acceso a su arsenal nuclear.
Más información
www.elmundo.es/elmundo/2008/02/16/internacional/1203164703.html
www.lavanguardia.es/lv24h/20080217/53436984285.html
news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_7248000/7248857.stm
