Por orden del Ministerio de Justicia, el Gobierno dispuso aumentar la vigilancia y extremar las medidas de seguridad en las instituciones judías. La medida se impartió por pedido de la DAIA, pocas horas después que Hezbollah lanzara una advertencia contra Israel.
Aníbal Fernández, al frente de la cartera de Justicia, instruyó a los organismos de seguridad para que se refuercen los controles en templos, clubes, escuelas e instituciones judías. La Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) había formulado el pedido en vista a la amenaza hecha por el movimiento fundamentalista de origen libanés.
Tras el asesinato, el miércoles 13, de Imad Moughnieh, uno de los líderes máximos de Hezbollah en el exterior – y acusados en Argentina de ser el cerebro de los atentados terroristas contra la embajada israelí en Buenos Aires, en marzo de 1992, y la sede de la AMIA, en julio de 1994 – la dirigencia actual del movimiento lanzó una amenaza contra Israel, a quien culpó por su muerte, y aseguró que tomará represalias contra el Estado judío “en cualquier lugar del mundo”. El jefe del Hezbollah, Hassan Nasrallah, anunció así una «guerra abierta» y sin cuartel.
Paralelamente, a través de un comunicado de prensa difundido ayer, el ex titular de la SIDE, Miguel Ángel Toma, aseguró que «la Argentina puede ser víctima de un tercer atentado”.
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www.clarin.com/diario/2008/02/17/elpais/p-01101.htm
www.larazon.com.ar/notas/2008/02/15/01608259.html
www.lanacion.com.ar/988104
