La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) consideró en su último informe que Irán fue esta vez más transparente acerca de los avances en su programa nuclear, pero que sigue sin responder algunas preguntas pendientes. Mientras Teherán reivindicó el documento como un éxito, Washington lo usó para presiona por nuevas sanciones.
El trabajo de la AIEA indica que Irán garantizó a sus observadores el acceso a los sitios de desarrollo de componentes nucleares, para aclarar la actividad nuclear de los últimos meses, tras años de evadir las inspecciones. Pero el organismo también resaltó que el régimen islámico aún no entrega algunas respuestas imprescindibles para determinar el estado de avance del programa de enriquecimiento de uranio.
Mientras tanto, las repercusiones sobre este nuevo informe generaron declaraciones diametralmente opuestas: mientras el jefe negociador del programa iraní, Said Jalili, calificó de «éxito» al documento y aseguró que es «una nueva prueba de la legitimidad de la posición de la República islámica y la realidad de las declaraciones iraníes», por su parte, la secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice, dijo que en el informe hay «excelentes argumentos» para que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe nuevas sanciones.
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www.elmundo.es/elmundo/2008/02/22/internacional/1203692386.html
www.elpais.com/articulo/internacional/elpepuint/20080223elpepiint_10/Tes
www.lavanguardia.es/lv24h/20080223/53439482672.html
