Cerca de 10 mil soldados turcos ingresaron varios kilómetros en territorio iraquí para atacar posiciones del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), una guerrilla separatista kurda. En la incursión murieron al menos 40 guerrilleros y cinco militares.
La ofensiva militar causó sorpresa en la comunidad internacional. Mientras que Estados Unidos avaló la ofensiva – pero pidió a Turquía limitar los ataques al PKK – la ONU, a través de su secretario general, Ban Ki-moon, rechazó la operación.
Si bien no es la primera vez que fuerzas turcas pasan la frontera para atacar posiciones de los separatistas, sí es la primera vez que Ankara lo reconoce. La infantería avanzó posiciones una vez que la aviación y la artillería bombardearon los principales campos del PKK.
El pueblo kurdo está asentado en un territorio que hoy corresponde a varios países de Oriente Medio, con una mayor concentración poblacional en el norte de Irak y el sur de Turquía. Los grupos separatistas kurdos han reivindicado históricamente la necesidad de independencia, siendo el PKK uno de los más combativos. Ankara en particular desde hace años intenta aniquilar a esta guerrilla.
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