Luego de ocho días de ataques sobre el norte de Irak, el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Hoshiyar Zebari, anunció el retiro del ejército de esa zona y la vuelta de las tropas al lado turco. En esa semana de acciones militares, murieron casi 240 kurdos.
La escueta información llamó la atención porque no se destaca el resultado de las operaciones. Y causo sorpresa internacional por cuanto Ankara había dicho que no se retiraría de Irak hasta no «eliminar todas las bases terroristas».
Sin embargo, se trataría de un retiro parcial, y no se abundó en detalles de cómo sería el repliegue.
Desde el 21 de febrero pasado, día en que se lanzó la operación, Turquía bombardeó – con la aviación y la artillería – y luego invadió buena parte del norte de Irak, con el objetivo de “barrer” con las bases de la guerrilla separatista del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), considerada “terrorista” por Ankara y Estados Unidos. En la incursión murieron al menos 237 kurdos y alrededor de una docena de soldados turcos.
La etnia kurda instalada en el norte de Irak y sur de Turquía, históricamente ha reclamado para sí una parte de ese territorio del kurdistán. El PKK ha sido hasta ahora el grupo separatista de mayor exposición en los últimos años.
Más información
www.elmundo.es/elmundo/2008/02/29/internacional/1204277360.html
www.lavanguardia.es/lv24h/20080229/53441234170.html
news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_7271000/7271390.stm
