La presidenta Cristina Fernández dejó inauguras ayer las sesiones ordinarias del Congreso Nacional con un discurso en el que planteó algunos de los lineamientos básicos de lo que será su gestión. También hizo una defensa encendida del modelo económico.
Sin embargo, entre tantas cifras y datos que demostró manejar, Fernández no se refirió en ningún momento ni a la inflación ni a la crisis dentro del INDEC. Sí, en cambio, destacó los buenos números que dejó el anterior gobierno y planteó otros sobre los que pretende trabajar.
Entre ellos hizo una convocatoria para todos los sectores a un «Acuerdo del Bicentenario», con el objetivo estratégico de reducir la pobreza y la desocupación «a un dígito».
En otro pasaje de su discurso también defendió la política de fiscalización de costos, con lo que dio un apoyo implícito al polémico secretario de Comecio Interior, Guillermo Moreno.
Pero no sólo de economía habló la presidenta. Le recordó a la Justicia que su presupuesto había aumentado 173 por ciento, descartando de ante mano algún futuro aumento para ese poder del Estado; habló de “zonas liberadas” para los delitos, en un claro reto a las fuerzas de seguridad; pidió mayor entrega de créditos productivos a la banca privada; y tanto amonestó como calmó al empresariado: defendió las políticas de control de costo pero anunció el lanzamiento de beneficios para las Pymes.
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www.clarin.com/diario/2008/03/02/elpais/p-00801.htm
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