Las presidentas de Chile y Argentina, Michel Bachelet y Cristina Fernández, participaron ayer de un acto en la localidad santacruceña de Monte Aymond, en el límite entre ambos países. Allí completaron la serie de homenajes en recuerdo de la mediación papal que en 1978 evitó que las naciones hermanas fueran a la guerra.
Previamente, ambas presidentas se encontraron en la chilena Punta Arenas desde donde se trasladaron a la región fronteriza. En Monte Aymond pusieron la piedra base de un monumento por la paz.
En el acto, Fernández reconoció «la intervención del Papa” que “pudo evitar la tragedia.” Por su parte, Bachelette destacó: «Hoy nos reunimos para celebrar la paz». Las dos mandatarias también participaron de una misa a cargo del cardenal y arzobispo de Sao Paulo, Odilo Pedro Scherer, enviado especialmente por Benedicto XVI.
El acto giró en torno al reconocimiento al cardenal Antonio Samoré por su intervención en aquél diciembre de 1978, en el que Argentina y Chile estuvieron a minutos de enfrentarse en una guerra por la posesión de una parte del canal de Beagle. El enviado papal logró mediar a último momento para evitar el derramamiento de sangre.
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