viernes 26 de abril de 2024
Cursos de periodismo

«Yo soy el Feinmann bueno. El otro es un pelotudo.»

Varios llamados, algunos mensajes de texto… Dos meses de negociaciones: Eduardo Feinmann se resistía a esta entrevista con Personajes.tv. «¿A quién le interesa mi vida», decía. Finalmente, aceptó y llegó puntual al barcito de Villa Freud donde nos encontramos.

-¿Sos así o es un personaje?

-Para hacer un personaje tenés que ser un actor. Y yo actor no soy. Yo pienso lo que pienso desde siempre. Aquel que me escuchó durante estos últimos 16 años, sabe que pienso exactamente lo mismo. Estoy en contra de los delincuentes, de los narcotraficantes, de los drogadictos, de los piquetes, de los violadores… Siempre lo dije. No sé por qué ahora tengo más visibilidad. No entiendo el fenómeno, la verdad.

-Le servís mucho a los programas de archivo…

-Sí. Varios programas tendrían que llamarse «Eduardo Feinmann y seis informes más».

-¿Eso te divierte o te enoja?

-Al principio lo sufría y ahora me resbala, me tiene sin cuidado. Me vienen castigando hace mucho.

-En una época a José Pablo Feinmann le decían «el bueno» y a vos «el malo».

-El bueno soy yo, el otro es un pelotudo.

-¿Son familiares, no?

-Sí, es primo hermano de mi papá. Las navidades las pasaba en su casa.

-¿Por qué decís que es un pelotudo?

-Siempre lo fue. Era la oveja negra de la familia. Y siempre era tratado como un pelotudo. El inteligente, el importante, era su hermano, Enrique, el homónimo de mi papá. Este siempre fue un tarado, y sigue siéndolo.

Seguir leyendo Eduardo Feinmann: «Conmigo no hay término medio o me aman o me odian»

Lo último