Una sustancia que se encuentra en el vino y en el chocolate podría no estar relacionada con beneficios para la salud como alguna vez se promocionó, según indica un nuevo estudio.
Se trata del resveratrol, un antioxidante presente en el vino y distintos derivados de las uvas y otros alimentos como las ostras, las moras, el maní o las nueces. En el pasado ha llegado a ser conocida como «la molécula de la eterna juventud», a raiz de que distintos estudios la asociaban con efectos antiinflamatorios y una mayor esperanza de vida. Pero recientemente se publicó una investigación que echa por tierra esa hipótesis que, a pesar de solo haber sido testeada en roedores y organismos inferiores, había tenido amplia difusión (hasta un segmento en el reconocido programa 60 minutes) y aceptación.
Los autores hallaron que el resveratrol no está asociado a una menor inflamación, ni a ninguna enfermedad cardiovascular o cáncer. La sustancia tampoco está relacionada con un incremento de la longevidad, según sus conclusiones.
«Esto contradice toda la publicidad que tradicionalmente escuchamos», dijo el autor principal, doctor Richard Semba, de la Facultad de Medicina de Johns Hopkins (Baltimore, Maryland) a Intramed.
Estudios previos habían demostrado que el resveratrol, una sustancia natural de ciertas frutas y verduras, poseía propiedades que podrían beneficiar la salud de algunas personas, según publicó el equipo de Semba en JAMA Internal Medicine. El estudio se realizó en un grupo de adultos mayores de Italia.
Los científicos realizaron un seguimiento de la salud de alrededor de 800 participantes, en Italia, entre 1998 y 2009 y analizaron sus muestras de orina para calcular el consumo de resveratrol, que persiste en orina hasta cinco días después de la ingesta de alimentos que lo contengan. Esta es la primera investigación a largo plazo que se realiza sobre el tema, pero ya varios estudios más cortos habían llegado a esta misma conclusión.
Se estimaba que esta sustancia era la causante de la llamada «paradoja francesa», por la cual a pesar de una alta ingesta de colesterol y grasas saturadas en Francia, existen bajos índices de enfermedades coronarias, en relación con el alto consumo de vino que existe en ese país. Algunos también habían dado a conocerlo como el «ingrediente mágico» de esa bebida.
«La historia del resveratrol resulta ser otro caso en el que se da un montón de publicidad sobre los beneficios para la salud que no pasan la prueba del tiempo. La idea era que ciertos alimentos son buenos porque contienen resveratrol. No vimos este resultado en absoluto», aseguró el director del estudio, Richard D. Semba de la Johns Hopkins.
A pesar de los hallazgos negativos, Semba reconoció que los estudios han demostrado que el consumo de vino tinto, chocolate negro y algunos frutos reducen la inflamación en algunas personas y parecen proteger el corazón. «Los beneficios, si están allí, deben proceder de otros polifenoles o sustancias que se encuentran en esos productos alimenticios», argumentó.