sábado 20 de abril de 2024
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Descubren que un famoso cuadro es en realidad la fotografía más antigua del mundo

El diseñador gráfico Tim Jeninson en Texas, Estados Unidos, descubrió que el artista Joseph Vermeer recurrió a técnicas de óptica muy avanzadas para su época, al pintar sus obras. Para llegar a esta hipótesis, realizó un experimento que le llevó casi dos años, en el que reprodujo con precisión las condiciones de trabajo del artista barroco del siglo XVII.

Los cuadros de Vermeer son casi como fotos. El rigor de la perspectiva, el uso de sombras y el juego de colores, construyen un realismo muy similar al de una reproducción de una escena mediante lentes y reveladores. Pero la fotografía no se inventó hasta dos siglos después de que el artista holandés creara sus obras. ¿Cómo hizo para lograr semejante nivel de rigurosidad? Esa pregunta atormentó y obsesionó al diseñador Jeninson -entre otros- toda su vida.

Lo primero que se le ocurrió fue que efectivamente Vermeer había utilizado alguna lente y una especie de caja oscura para sus pinturas. Pero el reflejo en las lentes distorsiona los colores y el artista era muy preciso con su uso. Así fue que empezó a pensar de qué forma podía haber adquirido tanta similitud con los objetos reales y, al mismo tiempo, mantener la calidad del color de la imagen, al proyectarla, para poder pintarla.

«Si hubiera hecho eso, sus pinturas podrían ser una forma de fotografía, no una con película y productos químicos, pero sí realizada con la mano humana», explica Jeninson. «Las pinturas de Vermeer podrían ser viejas fotografías a color de 350 años de edad», agrega.

Según el diseñador gráfico, la obra de Vermeer donde más se nota esto es en La Lección de Música, particularmente en la superficie de la pared blanca del fondo.

La lección de música (1662-66), una de las obras cumbres de Johannes Vermeer
La lección de música (1662-66), una de las obras cumbres de Johannes Vermeer

«La forma en la que Vermeer pintó ese muro es consistente con una fotografía, no con la visión humana», comenta Jeninson. La explicación que brinda es la siguiente: «Si estuvieras parado en la habitación en la que pintaba Vermeer, verías esa pared de color blanca, semi hueso, pero pareja. La retina de tu ojo hace un poco de procesamiento de imagen para minimizar el efecto de las luces y sombras. Para tu ojo, la pared aparenta tener muchísimo menos contraste que el que tiene en la realidad. Y si no puedes verlo, no puedes pintarlo». El tema, tan simple como parece, genera intensos debates entre especialistas y aficionados a la historia y técnica del arte.

Jeninson explicó, en un escrito de su autoría en el que relató paso a paso su descubrimiento, que está acostumbrado por su trabajo con videos y gráficos de computadora a mirar imágenes desde un punto de vista técnico. Desde su punto de vista era humanamente imposible que Vermeer hubiera hecho esa obra de arte. Fue ahí cuando, cual Arquímedes y su «¡Eureka!», descubrió la técnica que podría haber usado el artista del siglo XVII. Un pequeño espejo en un palo que le permite imitar con exactitud los colores de pintura con los colores de la muestra.
Para probar la técnica decidió imitar un retrato.

Tim Jeninson poniendo en práctica su hipótesis
Tim Jeninson poniendo en práctica su hipótesis
La primera fotografía pintada que logró Jeninson, demostrando que el detalle obtenido era mucho mayor de esa forma que simplemente copiando lo visualizado.
La primera fotografía pintada que logró Jeninson, demostrando que el detalle obtenido era mucho mayor de esa forma que simplemente copiando lo visualizado.

Pero probar la hipótesis en escala real, imitando por completo las condiciones de Vermeer, fue algo mucho más complicado que le llevó dos años a Jeninson. Hacer modelos en la computadora de todos los muebles y del ambiente necesario, conseguir los muebles, armar aquellos inconseguibles, programar un torno numérico computarizado (CNC), cortar con máquinas laser, plottear guardas de la habitación, entre decenas de detalles, configuraron la «máquina del tiempo» como la llama Jeninson.

A la izquierda el modelo computarizado, a la derecha la reproducción de Jeninson.
A la izquierda el modelo computarizado, a la derecha la reproducción de Jeninson.

Finalmente, armar el dispositivo de copiado: la macro cámara de fotos que había recreado. Un sistema que contaba con una lente de 4 pulgadas de diámetro con una distancia focal de 28 pulgadas, un espejo cóncavo de -12 pulgadas y un primer espejo pequeño montado en un palo. Para ser más preciso con la reproducción de la escena aIMG_1977-680x906ún, decidió fabricar las lentes con todas las irregularidades con las que lo hacían en el siglo XVII.

Después de esos dos años, Jeninson finalmente se dispuso a pintar el cuadro, lo que le llevó otros 7 meses. Todo el proceso fue grabado en video y finalmente el 10 de junio fue puesto a la venta el documental que registra el paso a paso de cómo se descubrió y reprodujo el uso de las técnicas fotográficas que Vermeer inventó hace 350 años.

reproduccion final

Aquí el trailer del documental de reciente estreno:

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