Los anfitriones prometen una noche legendaria: «La noche del 6 de marzo, te abriremos las puertas de una cabina de teleférico totalmente equipada. Lo primero es lo primero: harás una entrada con estilo después de ascender las laderas de la montaña en una moto de nieve, dejando un rastro majestuoso a tu paso. Después, podrás ponerte las botas —de esquí— con un recibimiento a la saboyana: nada como un buen vino y unos platos típicos de la zona para entrar en calor.»
