3- Todos son inocentes… hasta que salen en Crónica
Las placas jocosas, los tuits viralizables y las tapas provocadoras tienen un límite cuando se viola la ética más elemental. Como en este caso, que trató de monstruo a Leonardo Aguilera, acusado de matar a un niño de 2 años. Días después se comprobó que Aguilera ni siquiera estaba en Ostende en el momento en el que sucedió el asesinato. Pero la tapa con su foto gigante y el título acusador ya no se pueden borrar.