Un ingenioso carterista logró robar 53 teléfonos en un concierto en Birmingham, Inglaterra, utilizando un accesorio muy inusual: un traje de baño para mujeres. Esto le permitió ocultar todos los teléfonos robados mientras intentaba poner sus manos en algunos más.
Alin Marin, rumano, de 22 años, asistió a un concierto de Royal Blood en el Arena Birmingham el 18 de noviembre con un traje de compresión negro y rosa, y un par de jeans ajustados. Se dirigió hacia adelante, donde los asistentes hacían pogo, en donde logró robar docenas teléfonos a los inadvertidos bailarines, sin que se dieran cuenta. El ladrón escondía cada uno dentro del traje de baño, y pasaba al siguiente objetivo. En un momento, tenía 53 teléfonos escondidos sobre su cuerpo.
Desafortunadamente para Marin, la policía de Birmingham también se mezcló en la multitud, como parte de una operación encubierta, provocada por la información de inteligencia sobre robos dirigidos a los fanáticos de la banda en conciertos a principios de año. Arrestaron a Marin en Broad Street poco después de que abandonara el concierto, y recuperaron los teléfonos de un estacionamiento cercano.
«Esto fue organizado por carteristas. Marin fue equipado para robar teléfonos y se aprovechó de los juerguistas que se divertían en la zona de pogo», dijo Julia Slater, sargento de policía de la Policía de West Midlands. «Muchos de los teléfonos fueron tomados de los bolsillos delanteros de los pantalones jeans, que la gente cree que es el lugar más seguro para llevar objetos de valor, pero, debido a los empujones en el pogo, simplemente no se dieron cuenta de que habían sido sustraídos. El joven metió los teléfonos dentro del traje de baño, y se convirtió en una especie de caja fuerte para los dispositivos, lo que le permitió llevar decenas de teléfonos ocultos alrededor de su cuerpo».
La corte de Birmingham acusó a Marin de robo el lunes 18 de diciembre, y cumplirá una condena de tres años en la cárcel.
