viernes 29 de marzo de 2024
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Los países pacientes son los más ricos, según un estudio

Armin Falk es un economista alemán que afirma haber encontrado la razón por la cual los daneses son dos veces más ricos que los españoles, y por qué los españoles son casi ocho veces más ricos que los angoleños. ¿La respuesta? La paciencia.

Falk es director del Instituto de Investigación del Comportamiento y la Inequidad en Bonn y, junto con el especialista en encuestas Gallup, acaba de completar una encuesta de 80.000 personas en 76 países, que pronto se resumirá en el Quarterly Journal of Economics. Los muestreos representan el 90 por ciento de la población mundial, y el 90 por ciento del ingreso global.

«Para crear riqueza, se debe invertir en equipo y capital humano», dice Falk. Invertir requiere paciencia o, como dicen los economistas, una preferencia temporal inferior, el equivalente de alguien que no está interesado en la satisfacción rápida mediante el consumo.

El concepto se ilustra mejor con una anécdota sobre un pescador. Si quiere más pescado de lo que puede recoger con sus propias manos, tiene que hacer una red. Y antes de que pueda hacer una red, tiene que atrapar suficiente pescado para alimentarse, e invertir tiempo en la creación de redes. «Mientras más paciente es la gente y más ahorran, más pueden invertir en equipamiento y educación, y se vuelven mucho más productivos y ricos», dice Falk.

Su estudio muestra que las personas más pacientes se encuentran en Escandinavia, Europa occidental y países de habla inglesa, aunque hay una diferencia entre el norte y el sur dentro de Europa. «De todas las influencias investigadas, la paciencia tuvo con mucho la mayor influencia en el ingreso per cápita, y es el factor decisivo en por qué algunos países son más ricos, y otros son comparativamente más pobres», dice. Y también es un factor de éxito a largo plazo, con la paciencia afectando las tasas de crecimiento en los últimos 200 años. Cada vez que aumentaba la paciencia en una sola unidad, también lo hacía la tasa de crecimiento del ingreso per cápita, que subía entre 0,5 y 1,1 puntos porcentuales.

Falk cree que la distribución de la paciencia podría ser genética. «Cuando las poblaciones se separan entre sí por períodos más largos, desarrollan diferentes grupos de genes», escribió junto a sus coautores en un estudio recientemente publicado, en referencia a las migraciones antiguas que abarcan todo el continente. Las diferencias son aleatorias o están influenciadas por las condiciones locales, como el clima o los eventos históricos. Dado que los comportamientos se transmiten a las generaciones posteriores, pueden surgir variaciones regionales en la disposición a esperar o no.

Utilizando distancias genéticas y rutas migratorias desde África a otros continentes, Falk muestra que las diferencias en la paciencia aumentan a medida que las poblaciones se separan. «La influencia de los siglos por el medio ambiente, los impactos, las crisis y las anomalías climáticas todavía tiene un efecto hoy», dice. El estudio descubrió que las variaciones en la aversión al riesgo y el altruismo están aún más definidas que la paciencia.

La paciencia también tiene efectos colaterales que crean riqueza, ya que engendra mejores instituciones, como sistemas de justicia independientes, competencia y contratos. Las instituciones brindan más confianza a los que hacen planes, lo que aumenta su disposición a invertir en equipamiento y educación. Lo contrario, dice Falk, también es cierto. Si el mal cuidado de la salud o la falta de seguridad conducen a una baja expectativa de vida en un país, y la población es consciente de ello, optarán por una satisfacción rápida sobre la inversión a largo plazo, porque después de todo, no pueden llevarse nada al más allá. Poner fin a esta espiral descendente requiere un cambio fundamental. Los dictadores y las elites corruptas obstaculizan el establecimiento de instituciones confiables.

La tesis de Falk de que la riqueza es el resultado de la paciencia es controvertida, no solo por su hipótesis de que la paciencia también está conectada a habilidades cognitivas superiores. Además, los críticos apuntan a un argumento de gallina y huevo sobre qué fue primero: ¿estabilidad y crecimiento o paciencia? Otros temas, como el colonialismo, la industrialización, el racismo y los recursos naturales, también podrían estar involucrados. Pero para descubrir más o desafiar el trabajo, los críticos de Falk tendrán que echar un vistazo a la encuesta y sus hallazgos. El economista dice que espera poner los datos a disposición pronto. Por ahora, todos los demás tendrán que ser pacientes.

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