sábado 27 de abril de 2024
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Canadá: la legalización del cannabis «no medicinal» derivó en aumento de las hospitalizaciones y otras consecuencias

El incremento de las visitas a las guardias y de las admisiones hospitalarias por abstinencia o intoxicación motivadas por el consumo nocivo de cannabis no medicinal guarda relación con la legalización de la sustancia puesta en práctica en Canadá desde 2018.

La cantidad de canadienses que consumen cannabis aumentó 25% desde la legalización. El incremento de hospitalizaciones que ocasionó la sustancia influyó en el requirimiento médico de más información y mejores políticas para mitigar los resultados negativos.

Las personas que acuden a los departamentos de emergencia (en su mayoría hombres jóvenes), si bien no muestran psicosis relacionada con el cannabis se exponen a trastornos mentales graves. «Tienen casi un 2% de riesgo de desarrollar esquizofrenia en tres años», argumentan los autores del comentario. En comparación, el riesgo de la población general es inferior al 1%. La disponibilidad de productos de cannabis más potentes representa un factor adicional que agrega acontecimientos adversos.

La legalización del uso de cannabis no medicinal en Canadá dictada en octubre de 2018, se planteó con el objetivo de mejorar la seguridad y la salud pública, reducir el acceso de los jóvenes a la sustancia, combatir los delitos relacionados con el cannabis y eliminar el mercado ilegal.

Cinco años después de la legalización del cannabis no medicinal, dos recientes estudios publicados por la revista Canadian Medical Association Journal (CMAJ) y JAMA Networks Open, destacan que el uso de la sustancia aumentó o mantuvo estables los índices de visitas a las salas de emergencias y admisiones de los hospitales.

Los textos examinan los acontecimientos relacionados con la legalización de cannabis no medicinal en Canadá, sin abordar el incremento del uso de cannabis medicinal cuya regulación gubernamental fue sancionada en 2001.

Metodología y participantes

Las investigaciones sustentan sus puntos de vista en el análisis de todas las hospitalizaciones agudas de personas de 15 a 105 años de las 4 provincias más pobladas (Ontario, Quebec, Alberta y Columbia Británica) que en 2018 totalizaban 26,9 millones de habitantes.

Los registros se obtuvieron de bases de datos administrativas de salud recopiladas de forma rutinaria. La comparación de los cambios inmediatos y graduales en las tasas estandarizadas por edad y sexo de hospitalizaciones por cannabis se llevó a cabo mediante un diseño de serie temporal, interrumpida durante 3 períodos de tiempo:
prelegalización (enero de 2015 a septiembre de 2018),
legalización con restricciones de productos y tiendas (octubre de 2018 a febrero de 2020) y
comercialización.
El último período se superpuso con la pandemia de COVID-19 (marzo de 2020 a marzo de 2021).

Reglamentación del consumo legal

El marco de legalización canadiense comprende una ley federal (Cannabis Act) y reglamentos conexos, algunos de los cuales quedaron sujetos a adecuaciones provinciales.

Entre los principales parámetros del consumo y acceso legal al cannabis no medicinal el comentario destaca:
+ límite público de posesión personal de 30 g de cannabis seco (o equivalente) por parte de adultos con edades mínimas de 18-21 años, según la provincia;
+ restricción del consumo a entornos no públicos (adoptado por la mayoría de las provincias);
+ aumento de la venta al por menor de flores, extractos o líquidos, y productos de cannabis comestibles;
+ venta al menudeo de cannabis mediante sistemas comerciales o públicos (o ambos, en algunas provincias) y a través de Internet;
+ cultivo doméstico limitado (en la mayoría de las provincias);
+ ley nacional per se y restricciones basadas en umbrales para la conducción bajo los efectos del cannabis.

Los datos de encuestas nacionales que monitorean el uso de cannabis antes y después de la legalización, mostraron un aumento en la prevalencia del uso de cannabis (del 22% en 2017 al 27% en 2022), aunque las tasas de uso diario o casi diario se mantuvieron relativamente estables. Las cifras sugieren que se convirtió en un producto ampliamente disponible, normalizado e incluso con promoción a nivel de la sociedad canadiense.

Beneficios de la legalización

Aunque los informes no identifican beneficios de salud directos a raíz de la legalización, destaca los resultados positivos relacionados con la justicia social y, de manera indirecta, posiblemente con la salud pública.

En este sentido, resaltan las reducciones sustanciales en detenciones y cargos por delitos vinculados con el uso del cannabis no medicinal, así como la disminución del estigma y otras imputaciones personales, tanto en adultos como en jóvenes.

Además de señalar que alrededor de dos tercios de los consumidores de cannabis obtienen sus suministros de manera legal, afirman que algunas provincias aumentaron la edad mínima para consumir cannabis a 21 años e introdujeron restricciones adicionales en productos atractivos para los jóvenes (gomitas, caramelos y chocolate).

Aumentos de las emergencias y hospitalizaciones

La abundante disponibilidad de cannabis luego de la legalización también planteó preocupaciones de salud. Hubo un aumento en los casos de intoxicación por cannabis en niños pequeños de provincias donde los productos comestibles eran legales. Si bien estos eventos fueron raros, resaltaron la importancia de la necesidad de envases seguros para niños.

La mayoría de los estudios específicos dan cuenta del aumento de las visitas a las urgencias e ingresos hospitalarios por efecto del cannabis. Entre los jóvenes de Ontario y Alberta el incremento obedeció a trastornos e intoxicaciones.

Un estudio poblacional en Ontario encontró un aumento del 12% al 22% en la concurrencia a emergencias desde la legalización hasta mayo de 2021. Otros trabajos mostraron para la misma provincia un aumento 13 veces (0,26 / 100 000 a 3,43 / 100 000 personas) en las tasas mensuales de visitas por síndrome de hiperemesis por cannabis, aumento de visitas por psicosis inducida por cannabis y casi una duplicación (11,0 / 100 000 a 20,0 / 100 000 personas) en episodios agudos de atención del embarazo por presencia de cannabis, predominantemente asociados con la fase de comercialización de la legalización en Ontario (desde marzo de 2020 en adelante).

Un reciente estudio transversal repetido informó un aumento de casi tres veces en las tasas de visitas a los departamentos de emergencia relacionadas con el envenenamiento por cannabis entre niños (de 0 a 9 años) en 4 provincias en el año inmediatamente posterior a la legalización, con aumentos adicionales desde entonces en las provincias que permiten la venta de productos comestibles.

Paralelamente, las proporciones observadas de consumidores que obtienen cannabis de manera legal aumentan en forma constante. En este aspecto, los datos demuestran que alrededor de dos tercios de los consumidores de cannabis compran en fuentes legales, con niveles que varían entre el 50% y el 80%, según el tipo de producto de cannabis.

Aportes del estudio de JAMA Network Open

El artículo de CMAJ da cuenta de los resultados del trabajo publicado casi en simultáneo por la revista JAMA Network Open que examina las hospitalizaciones atribuibles al cannabis en cuatro provincias canadienses, tanto antes como después de la legalización.

El análisis de los datos de hospitalización correspondientes a casi siete millones de personas mayores de 15 años en Ontario, Quebec, Alberta y Columbia Británica, reveló un total de 105.000 hospitalizaciones relacionadas con el cannabis entre enero de 2015 y marzo de 2021. El artículo resalta que un tercio de estas hospitalizaciones involucró a personas de 15 a 24 años de las cuales aproximadamente el 66% eran hombres.

La investigación se centró en tres períodos: antes de la legalización, durante la legalización con restricciones de productos y tiendas y durante la legalización con la comercialización completa y mayor acceso a productos.

Durante los primeros años de la legalización, con productos controlados y acceso limitados a las tiendas, la tasa no cambió notablemente. Sin embargo, los datos sugieren que el período de comercialización se acompañó de un aumento en las hospitalizaciones relacionadas con el cannabis, sobre todo entre personas mayores de 25 años.

Según los especialistas, el aumento en la disponibilidad de cannabis tras la comercialización desembocaría en problemas de uso excesivo, consecuencia que relacionan con las visitas a salas de emergencia por síntomas de abstinencia e intoxicación por cannabis.

El estudio de JAMA Network Open, remarca que la psicosis inducida por el cannabis registró el mayor aumento relativo en hospitalizaciones. Por lo  tanto, suscitan preocupación los posibles efectos importantes a largo plazo luego de la legalización, en virtud de que evaluaciones anteriores con posterioridad hallaron esquizofrenia en un tercio de las personas con psicosis inducida por cannabis de primera aparición.

El incremento absoluto de las tasas de hospitalización se produjo por consumo nocivo de cannabis; la psicosis inducida por el cannabis y sus trastornos por la nocividad que acarrea, son coherentes con los aumentos notificados del consumo diario de cannabis tras la legalización en Canadá. La disponibilidad de productos de cannabis más potentes representa un factor adicional que suma acontecimientos adversos.

Pese a que el comentario de CMAJ señala que la conducción bajo los efectos del cannabis parecía mantenerse igual o ligeramente por debajo de los niveles previos a la legalización, en la Columbia Británica, a partir de la legalización, aumentó la proporción de ingresos hospitalarios por colisiones de vehículos cuyos conductores  dieron positivo al THC (Δ?-tetrahidrocannabinol o delta-9-tetrahidrocannabinol), componente psicoactivo más importante y abundante en las variedades de cannabis.

Al finalizar, el artículo de CMAJ presenta una visión mixta de los cambios en los resultados de la salud pública después de la legalización. Aunque las tendencias en algunos indicadores primarios sugieren efectos adversos de la legalización, otros permanecieron estables. Aclara también que existe evidencia limitada para respaldar beneficios en lo que respecta a los objetivos originalmente enunciados respecto al mejoramiento de la salud de los usuarios de cannabis y la salud pública en general.

Los investigadores afirman que la legalización del cannabis no medicinal en Canadá parece no haber sido el desastre de salud pública anticipado por algunos de sus opositores, aunque tampoco puede describirse como un éxito completo o inequívoco para la salud pública.

Los investigadores instan a continuar con la medición de los resultados clave de salud y sociales, así como las formas sólidas de integración de datos diversos al evaluar los resultados originados en diversas políticas. De esta forma, buscan informar los ajustes basados en evidencia a los parámetros regulatorios que servirán de manera más efectiva a los objetivos de salud pública declarados en la legalización.

Asimismo, médicos y científicos del artículo publicado en JAMA Network Open solicitan perfeccionar el seguimiento de la demanda de tratamiento para los trastornos por consumo de cannabis y de cómo la gente podría estar sustituyendo una sustancia tóxica por otra.

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