En la actualidad, está desplazando a otras opciones tradicionales de carácter lúdico.
El tiempo libre de las personas es limitado, eso lo sabemos bien. Por tanto, saber repartirlo entre las diferentes opciones lúdicas es algo muy relevante para los ciudadanos. En los últimos tiempos, hemos visto una evolución en cuanto a las preferencias de los consumidores para el ocio. Las alternativas tradicionales parecen perder fuerza frente a otras más actuales, basadas en la tecnología. Es lo que entendemos como ocio digital e incluyen aquellas actividades lúdicas que precisan de dispositivos electrónicos, como los videojuegos, las redes sociales o las plataformas de streaming, por poner algunos ejemplos. Para ilustrar este fenómeno, podremos como ejemplo las redes sociales: el promedio de tiempo diario empleado en estas plataformas es de unas dos horas y media al día según informa Statista. Vamos a intentar profundizar en algunos factores que explican el auge del ocio digital.
Evolución de la tecnología
Es evidente que no tenemos la misma situación ahora que hace 20 años. En la actualidad, disponemos de un internet mucho más rápido y una gran variedad de dispositivos avanzados. Los celulares consiguen una velocidad alta, gracias a las nuevas redes 5G, y tienen procesadores y memoria que permiten acceder a entretenimientos de una calidad que se asemeja a los de las computadoras. Los principales desarrolladores, ya sea de videojuegos o de juegos de casino, como los que aparecen en la selección realizada por Vegasslotsonline ES, están incorporando las últimas herramientas técnicas para dotar de más realismo y calidad gráfica a sus títulos.
Con la aparición de la Inteligencia Artificial, además, los contenidos serán más personalizados. Las sugerencias que podremos encontrar en las plataformas de streaming o los contactos que nos recomiendan las redes sociales, así como las noticias que veremos en los medios, estarán basadas en el estudio de nuestra conducta digital, por lo que ahorraremos tiempo y esfuerzo. Por otra parte, la seguridad y la privacidad pueden dar un gran salto de calidad gracias a la llegada de la Web 3.0 y su tecnología (el Blockchain).
Accesibilidad y variedad
Es evidente que el ocio digital tiene un acceso más cómodo que otras fórmulas tradicionales. En Argentina hay, aproximadamente, unos 40 millones de ciudadanos que tienen acceso a internet, que es una de las bases de este tipo de actividades lúdicas. Sólo con entrar a la red, ya encontramos un gran número de opciones gratuitas, tanto de contenido audiovisual, como de redes sociales o juegos. Por otra parte, las posibilidades de pago, gracias a la competencia en el sector, han reducido su coste. Es el caso de plataformas como Netflix y otras tantas, que representan una diferencia de coste importante en comparación con costumbres del pasado, como alquilar películas y series presencialmente.
Además, los catálogos son variados y pueden cubrir las preferencias de una gran parte de la sociedad. Esto es aplicable tanto a los contenidos audiovisuales, como a los videojuegos y la información que encontramos en la red. Y, por supuesto, también a las redes sociales, que permiten formatos diferentes, desde textos cortos (como X, antiguo Twitter) hasta los videos de Instagram o los directos de Twitch. Además, cada vez vemos más sinergias entre los diferentes componentes del ocio digital; por ejemplo, las competiciones de videojuegos (los populares eSports), que ahora se retransmiten en plataformas como YouTube.
Una sociedad moderna
Está claro que la sociedad también evoluciona y está más preparada para aprovechar estas opciones. También se ha acostumbrado más a su uso y ha descubierto que operar en ellas es más sencillo e intuitivo de lo que podían imaginar. Así es como, hoy, generaciones de mayor edad participan de este fenómeno. Por otra parte, se están poniendo en marcha iniciativas de formación para que todos puedan acceder a la tecnología; y el ocio digital es una forma muy instructiva de conseguir estas habilidades.
Y no debemos olvidar el ocio mixto; es decir, aquel que utiliza las herramientas técnicas para poder sacar más partido a actividades tradicionales. Por ejemplo, la compra online de entradas para disfrutar de museos, la descarga de guías de viaje, o lo comparación de ofertas para hoteles. En definitiva, un universo lleno de posibilidades que cada vez tiene más éxito. Y, por supuesto, parece que esta tendencia irá en aumento.
