La montaña Tai en la provincia china de Shandong recibe turistas de todas partes que desean ascender los más de 7.000 escalones hasta su cima. Las autoridades de turismo locales introdujeron exoesqueletos robóticos para alquilar y así ayudar a los excursionistas con dificultades. El dispositivo tiene un costo de 60 a 80 yuanes (aproximadamente 8 a 11 dólares) por uso.
Los exoesqueletos utilizan inteligencia artificial para seguir los movimientos del usuario y proporcionar soporte sincronizado. El equipo pesa 1,8 kilogramos, se coloca alrededor de la cintura y los muslos, y requiere la ayuda de otra persona para ponerse y quitarse. Cada unidad funciona con dos baterías que duran cinco horas.
El Grupo de Turismo Cultural Taishan y la empresa Kenqing Technology de Shenzhen desarrollaron conjuntamente esta tecnología. Los dispositivos comenzaron a funcionar el 29 de enero durante las vacaciones del Año Nuevo chino, pero su lanzamiento comercial completo está previsto para marzo de 2025. Los desarrolladores planean mejorar la duración de la batería e instalar estaciones de reemplazo a lo largo del sendero, que normalmente requiere seis horas para escalarlo.
Las innovaciones robóticas no son nuevas para el Grupo de Turismo Cultural Taishan. La organización introdujo perros robóticos para recolectar basura en noviembre del año pasado para enfrentar los desafíos de eliminación de residuos en la zona. El exoesqueleto para caminatas forma parte de una tendencia global hacia la adopción de hardware potenciado por IA que aumenta las capacidades físicas humanas.
Personas mayores y personas con discapacidades se beneficiarán especialmente del acceso democratizado a esta tecnología. Sin embargo, también existen oportunidades de aplicación en diversos estilos de vida.
