El vehículo congelado fue el resultado de un experimento de una compañía automotriz canadiense, la cual quiso dejar en evidencia la calidad de su nueva batería Ultra Motomaster, que funcionó a la perfección.
Para llevar a cabo la exorbitante prueba, se utilizaron 14 mil libras de hielo y se congeló la batería a 40 grados bajo cero, temperatura similar a las heladas que sufren hoy muchos estadounidenses. A su vez, se contrató a un grupo de especialistas en la materia para tallar el agua congelada.
Esta propuesta parece ser una alternativa ideal para aquellos países que padecen de altas temperaturas, siempre y cuando el hielo no se derrita en el camino. Claro que si te encuentras en algún país del norte, ¡no querrás tener cerca a esta máquina de frío!