Un fuerte operativo policial con órdenes de no reprimir impidió que se completara una manifestación violenta de cientos de jóvenes españoles encapuchados que repudiaban la llegada al país de inmigrantes latinoamericanos.
La manifestación se produjo en la localidad de Alcorcón, en las afueras de Madrid, donde cientos de jóvenes encapuchados, con pasamontañas, identificados con algunos símbolos nazis y armados con piedras y palos intentaban llegar al centro para repudiar la inmigración.
Sin embargo, la comuna y la Nación desplegaron desde muy temprano un fuerte operativo policial que les impidió el acceso, aunque sin reprimir ni dar un solo golpe, según las órdenes que habían recibido. Los manifestantes se replegaron y en su huida rompieron autos, volcaron uno de ellos, destrozaron vidrieras y agredieron a algunos periodistas que, según decían, los habían llamado “criminales”.
Estos grupos pertenecen a las organizaciones llamadas “skinheads” (o “cabezas rapadas”), de fuerte filiación neo nazi, que protagonizaron serios incidentes la semana pasada cuando se enfrentaron a bandas latinas, luego de convocarse para la batalla a través de Internet.
El Gobierno español declaró ilegal todo tipo de manifestación en la que se expresen posiciones xenófobas, especialmente las que se refieren a la inmigración, porque consideran que estas prácticas conllevan un riesgo de aumento de la violencia social, pudiendo desencadenar nuevos enfrentamientos en las calles.
Mientras las organizaciones sociales, religiosas y políticas salen a las calles para repudiar cualquier manifestación xenófoba, la Asamblea por la Convivencia y contra el Racismo de Alcorcón acusó a los medios de magnificar el hecho y declaró que esta comunidad “no es racista”. “Aquí no hay bandas ni grupos violentos”, explicó.
Más información:
www.elmundo.es/elmundo/2007/01/27/madrid/1169906795.html
www.lanacion.com.ar/EdicionImpresa/exterior/nota.asp?nota_id=878979
www.clarin.com/diario/2007/01/28/elmundo/i-02601.htm
