El cantante galés de gran popularidad en los Estados Unidos Tom Jones y el argentino Gustavo Cerati deslumbraron al público chileno con sus presentaciones en el Festival de Viña del Mar y se quedaron con todos los premios de la noche.
Luego de una hora y media de una intensa actuación, Tom Jones fue ovacionado por la multitud chilena, famosa por ser despiadada con los artistas que no logran convencerla. Interpretó varios de sus éxitos, coqueteó con las bailarinas en el escenario y finalmente festejó con wisky y habanos.
El galés, que había tenido un exitoso inicio de carrera en los ´70 había, luego cayó en el olvido durante años y finalmente resurgió desde los casinos de Las Vegas, se quedó con la primera Gaviota de Plata del Festival, que se entrega sólo para la competencia internacional.
Más tarde, subió al escenario Gustavo Cerati, una leyenda en Chile por su historia como líder de Soda Stereo. Tocó muchos de sus viejos temas y algunos de su nuevo disco “Ahí Vamos”, con un sonido predominantemente eléctrico.
No sólo enloqueció a la afición en su retorno a este Festival tras 20 años de ausencia, sino que además se quedó con la segunda Gaviota de Plata, con la Antorcha de Plata y se perfila como uno de los grandes candidatos a quedarse con la Gaviota de Oro.
Con menos brillo, pero sin disgustar, se presentaron también la española Ana Torroja y la banda adolescente chilena Kudai.
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