Luego de varios meses de disputa con la oposición por su estricta postura de no negociar con terroristas y de enfrentarlos militarmente, el presidente colombiano, Álvaro Uribe, finalmente anunció que está dispuesto a encabezar un diálogo directo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Es la primera vez, desde que asumió la presidencia, que Uribe admite la posibilidad de recuperar mediante negociaciones directas a las más de 3.000 personas que permanecen secuestradas por distintos grupos armados.
El Gobierno aseguró que se busca entablar una negociación directa con las FARC mediante el envío de un emisario, cuya identidad permanece bajo Secreto de Estado. Sin embargo, los mismos guerrilleros le dijeron a los familiares de los secuestrados que ese enviado no existe y que se trata de una farsa política.
“Si yo puedo hablar de un tema, lo hago, pero si por su naturaleza debo ser prudente, no hablo de él, pero no miento”, contestó Uribe, y acusó a sus detractores de utilizar un tema de extrema seriedad para manipularlo electoralmente.
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