El ex vicepresidente de Saddam Hussein, Taha Yassin Ramadan, acusado de crímenes de lesa humanidad, fue ejecutado ayer en Irak, cuando se cumplían los cuatro años de guerra en la región. Pese al reclamo popular para que se retiren las tropas estadounidenses, el presidente George Bush pidió más paciencia.
Ramadan es el tercer funcionario en ser ejecutado por crímenes de lesa humanidad por el asesinato de 148 chiitas en el pueblo de Dujail en 1982, después que Hussein fue ejecutado el 30 de diciembre de 2006.
Desde Estados Unidos, el presidente George Bush, en un discurso al país con motivo del inicio del quinto año de guerra en Irak, indicó que todavía hace falta más tiempo para conseguir buenos resultados en en la región.
A pesar del fuerte rechazo popular a la guerra y las masivas manifestaciones para que se retiren las tropas, el mandatario de EEUU volvió a insistir en que la guerra se puede ganar. “Cuatro años después del inicio de la guerra, creo que podemos ganarla”, indicó Bush.
La guerra de Irak ya se cobró la vida de más de 3.200 soldados estadounidenses y 600 mil civiles iraquíes, según el informe Lancelot. Y generó casi dos millones de refugiados, según un informe de las Naciones Unidas. Es por eso que el 61 por ciento de los estadounidenses opina que la invasión a Irak no valió la pena.
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