El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, resultó ileso luego de la explosión de un mortero, ocurrida a 50 metros de donde estaba dando una conferencia de prensa en Bagdad.
En momentos en que el surcoreano estaba mencionando que tenía confianza en que el pueblo iraquí estaba cerca de un futuro más próspero y seguro, las paredes temblaron, la mampostería se empezó a caer, y Ban Ki-moon buscó protegerse tras del podio.
El ataque se produjo en la oficina del premier iraquí, Nuri al-Maliki, situada en la altamente custodiada Zona Verde, un área protegida por el ejército estadounidense que es sede del gobierno local y de la ocupación extranjera.
Dos oficiales de seguridad que se encontraban afuera, fueron heridos levemente. La zona regularmente es atacada por morteros y a veces hasta impactan cohetes.
Ban había llegado a Bagdad en la mañana de ayer, en una visita no anunciada, la primera que realiza a Irak desde que asumió el cargo y el comienzo de su primera gira por Medio Oriente.
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