Decenas de miles de personas marcharon este sábado por las calles de Los Ángeles, en los Estados Unidos, para repudiar la política migratoria de ese país y exigir la inmediata regularización de los más de 12 millones de indocumentados que residen allí, trabajando, además en condiciones de explotación.
Tras la aprobación de las nuevas leyes inmigratorias impulsadas por el presidente, George W. Bush, el Gobierno intentó paliar las insistentes protestas mediante el lanzamiento de políticas de registros temporales renovables. Pero durante la última semana se filtró a la prensa el proyecto para el polémico “visado Z”, que se extiende por tres años, pero su renovación cuesta 3.500 dólares.
Además, mediante este proceso, para convertirse en residentes legales deberían regresar a su país de origen, conseguir autorización legal para ingresar a Estados Unidos y pagar una multa de 10.000 dólares. Para ser un residente en regla, se necesitarían unos 20.000 dólares, algo imposible para cualquier inmigrante de bajos recursos, como son la gran mayoría. La propuesta ha sido repudiada y condenada por discriminatoria por el Partido Demócrata, la Iglesia Católica y los sindicatos.
Este plan es aún más conservador que el de 2005 y se espera que no sea aprobado por la Cámara de Representantes, donde los demócratas poseen amplia mayoría.
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www.elmundo.es/elmundo/2007/04/08/internacional/1176025024.html
www.elpais.com/articulo/internacional/elpepuint/20070408elpepuint_1/Tes
www.lavoz.com.ar/07/04/08/secciones/internacionales/nota.asp?nota_id=60257
