Tras el atípico debate entre la candidata a la presidencia de Francia, Ségolène Royal, y quien terminara tercero en la primera vuelta, quedando afuera de la segunda, François Bayrou, la socialista salió favorecida y ahora acorta las distancias con el oficialista Nicolas Sarkozy.
Como pocas veces ocurrió en la historia política mundial, Royal decidió, antes de encarar el debate con su competidor directo, debatir primero con quien perdió, pero no mantiene tantas diferencias programáticas, para atraer su electorado.
El encuentro cordial entre Royal y Bayrou, el candidato de centro, fue televisado para millones de espectadores que siguieron atentos el discurso de la socialista, en quien no terminan de confiar. De hecho, Sarkozy ha captado gran parte de ese electorado para su propuesta de derecha.
Ambos candidatos denunciaron presiones por parte de Sarkozy para que este debate no se realice, pero el eje de la discusión estuvo centrado en el programa económico y político de Royal, que en la mayoría de los casos derivó en la posición que Francia debería adoptar dentro de la Unión Europea y en su relación con los estados poderosos.
Bayrou aseguró estar en “desacuerdo” con los planes económicos propuestos por Royal, aunque ella sostuvo que son muchas más las convergencias que las disidencias. Además, coincidieron en que Sarkozy y sus políticas al borde de la xenofobia no son la solución para el futuro de Francia.
Ahora Royal debatirá con el oficialista el próximo 6 de mayo. Durante los últimos cinco días Sarkozy perdió un 1,5% de la intención de voto, ubicándose en el 52,5%, mientras que Royal ascendió hasta el 47,5%.
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www.clarin.com/diario/2007/04/29/elmundo/i-02701.htm
www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-84244-2007-04-29.html
www.elmundo.es/elmundo/2007/04/28/internacional/1177786153.html
