Ayer, en un encuentro deslucido, en el que la selección argentina no se encontró del todo, terminó empatando 1 a 1 con Suiza, un rival que aportó más empuje que fútbol.
En el primer tiempo Argentina se plantó tranquilo en la cancha pero un chaparrón inicial aguó las expectativas de un equipo que pretendía jugar por abajo y con toques; la cancha mojada dificultó tal estrategia. Aún así, promediando esta primer etapa, el equipo pudo tocar y llegar al arco rival (actitud que tuvo en todo momento) con una pelota de Gabriel Milito en el palo tras centro de Messi. A esa altura, Lionel ya le daba el poco vuelo que tuvo el equipo de Basile. En tanto, Suiza complicaba a González y Zanetti, al tiempo que Gago no conseguía controlar el medio.
El gol argentino llegó al comienzo del complemento con una corrida de Milito por izquierda, centro y conversión de Tevez de cabeza. A partir de allí Argentina pareció controlar los tiempo, sin embargo una ráfaga suiza llevó a Streller cerca de Abondacieri y, aprovechando una falla defensiva, consiguió el empate.
En esta etapa de pruebas, el partido frente a Suiza permitió ver que la Selección, aunque no lo logró en todo momento, siempre trató jugar por abajo y no dejó de buscar el arco rival. Pero no brilló.
La búsqueda «del equipo» se completará el martes, en Barcelona, frente a Argelia.
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www.lanacion.com.ar/EdicionImpresa/deportiva/nota.asp?nota_id=914215
www.lacapital.com.ar/2007/06/03/ovacion/noticia_394015.shtml
www.clarin.com/diario/2007/06/03/deportes/d-06601.htm
