La gira europea del presidente norteamericano George W. Bush tuvo ayer sábado un nuevo pico de tensión cuando éste se refirió a Kosovo, abogando por su independencia. Las declaraciones fueron hechas en una rueda de prensa en Roma, ciudad a la que arribó tras su paso por la reunión del G8 en Alemania.
“Ya es hora” dijo Bush en relación al plan que presentara el enviado especial de la ONU, Martti Ahtisaari, para otorgar la independencia supervisada a la actual provincia serbia de mayoría albanesa. Rusia se opone férreamente al plan puesto que, según dice, «sería un precedente peligroso» para casos de separatismo que tiene en su propio territorio.
El gobierno de Belgrado ha rechazado completamente el plan de Ahtisaari, “que va en contra de la Carta de la ONU y que le arrebata a Serbia 15 por ciento de su territorio – declaró Vojislav Kostunica, primer ministro serbio, y agregó – ningún país puede ser castigado y humillado al ser privado de sus territorios, por eso el respaldo de Rusia es extremadamente importante para Serbia y tiene un significado histórico”.
Los roces entre Bush y Vladimir Putin, presidente de Rusia, no son nuevos, pero la reciente reunión del G8 puso sobre el tapete temas de fuerte contenido geopolítico: aún prevalece la tensión por el deseo de Bush de instalar un escudo antimisiles sobre Europa y norteamérica, el cual marginaría abiertamente a Rusia.
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www.lavoz.com.ar/07/06/10/secciones/internacionales/nota.asp?nota_id=79964
www.elpais.com/articulo/internacional/elpepuint/20070610elpepuint_5/Tes
www.elmundo.es/elmundo/2007/06/10/internacional/1181463479.html
