El músico jujeño Ricardo Vilca, reconocido por folcloristas y rockeros, falleció ayer a los 54 años, luego de una neumonía que derivó en complicaciones hepáticas.
Vilca fue conocido como «el artesano del silencio”, ya que sus obras quebraban el ambiente de la Puna con la delicadeza con que lo hacen a diario los campanarios o los teros. «En la Puna cada ruido merece su atención. Yo los escucho, me inspiro y los musicalizo», expresó una vez el músico en una entrevista.
El magnetismo de las piezas instrumentales de Vilca capturó la atención de León Gieco cuando lo conoció, a fines de los años 70; de Ricardo Mollo, de Divididos, que lo invitó a tocar en el pucará de Tilcara en 2000; y de Skay Beilinson, de los Redonditos de Ricota, con el que trabó amistad.
Vilca fue docente rural, tocó cumbia sin prejuicios e indagó sobre sus raíces con profundidad para crear su música.
Sus cuatro discos, “La magia de mi raza”, “Ricardo Vilca y sus amigos”, “Nuevo día” y “Majada de sueños”, fueron editados de forma independiente por amigos o gente que se enamoraba de su música.
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www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/3-6699-2007-06-20.html
www.lanacion.com.ar/EdicionImpresa/espectaculos/nota.asp?nota_id=918828
www.lavoz.com.ar/07/06/20/secciones/espectaculos/nota.asp?nota_id=82855
