Tras intensas negociaciones, los líderes europeos reunidos en Bruselas llegaron a un acuerdo para confeccionar un nuevo tratado en reemplazo del borrador de la Constitución. La oposición polaca fue la más dura de doblegar.
Dos años atrás los votantes franceses y holandeses dieron el primer rechazo al borrador de la Constitución. Y desde entonces, las críticas y pedidos de reforma se multiplicaron.
El gobierno polaco buscaba la revisión del sistema de voto por mayoría cualificada. Concretamente, consideraba excesivo el poder otorgado a los países grandes, en especial Alemania. El esfuerzo de los últimos días estuvo centrado en doblegar esta oposición, lo que se alcanzó mediante un acuerdo para aplazar la entrada en vigor del nuevo mecanismo.
Otros cambios significativos son la creación del nuevo cargo de Presidente del Consejo de Ministros, y un Alto Representante cuya responsabilidad será pronunciarse sobre asuntos exteriores y de defensa. Holanda y el Reino Unido también hicieron concesiones en relación a los controles nacionales sobre política exterior, justicia y asuntos internos.
«Estamos muy satisfechos con lo que hemos podido concluir», declaró a la prensa Angela Merkel, canciller de Alemania y actual ocupante de la Presidencia de la UE. El nuevo tratado debería estar listo para su ratificación en octubre.
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