Tras su anuncio de volver a la acción, la banda separatista ETA empieza a cumplir sus amenazas con la colocación de un coche bomba en la ciudad de Logroño, en La Rioja. Allí fue hallado un coche estacionado frente a una delegación del Ministerio de Defensa. Había 61 kilos de explosivos en su interior que no llegaron a estallar por un fallo en detonador.
El vehículo, un Ford Fiesta de color verde, fue robado el 3 de septiembre en Francia. Llevaba placas de matrícula falsa de un coche de la misma marca de Fuengirola (Málaga), que habían sido dobladas con una troqueladora robada por la banda en la localidad vasca de Usurbil, en 2002.
El atentado frustrado se produce 24 horas después de que la banda armada expresara en un comunicado su intención de «seguir golpeando en todos los frentes de la infraestructura del Estado español» hasta que «se logren condiciones democráticas para defender todos los proyectos políticos en Euskal Herria», en relación a la autodeterminación.
El presidente de la Comunidad Autónoma de La Rioja, Pedro Sanz, ha expresado su más enérgica condena por el acto terrorista y ha realizado un nuevo llamamiento «a la unidad política, judicial y policial para que la democracia destierre definitivamente el terrorismo de España».
Más información
www.elpais.com/articulo/espana/elpepuesp/20070910elpepunac_1/Tes
www.elmundo.es/elmundo/2007/09/10/espana/1189403574.html
www.lavanguardia.es/lv24h/20070910/53392801612.html
