David Petraeus, jefe de las fuerzas norteamericanas apostadas en Irak, declaró ente el Congreso que una retirada de las tropas podría tener “consecuencias devastadoras”. La afirmación fue dicha en el contexto de la declaración del jefe militar sobre la situación que se vive en el país asiático.
«Creo que los problemas de Irak exigirán un esfuerzo de largo plazo. No hay respuestas fáciles ni soluciones rápidas. Aunque creemos que este esfuerzo puede tener éxito, llevará tiempo. Es necesario reconocer, no obstante, que un repliegue precipitado de nuestras fuerzas tendría probablemente consecuencias devastadoras», dijo Petraeus ante una sesión conjunta de los comités de Fuerzas Armadas y Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes. Hoy será el segundo día de comparecencia del general de cuatro estrellas, aunque esta vez lo hará ante el Senado.
Entre los párrafos más sobresalientes de su informe, se destaca el probable retiro de 30 mil soldados para mediados de 2008, con lo cual quedarían unos 130 mil en Irak; el cese de la violencia sectaria en los últimos meses y el reconocimiento de que la situación sigue siendo difícil.
Las afirmaciones de Petraeus provocaron la reacción de los opositores a la ocupación de Irak y las consecuencias que ello trajo. El presidente del comité de Relaciones Exteriores del Congreso, el demócrata Tom Lantos, desestimó los dichos del militar acerca de que los objetivos militares se están cumpliendo. «La actual escalada de nuestra presencia militar en Irak pudo haber producido algún éxito táctico. Pero estratégicamente, la escalada ha fracasado», dijo, y agregó: «Tenemos que salir de Irak, por el bien de ese país y del nuestro. Es hora de irse», aseguró.
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