El ex-presidente peruano, Alberto Fujimori, volvió a su país extraditado por Chile, luego de permanecer siete años en fuga mientras era requerido por la Justicia para responder por casos de homicidio y corrupción. A su llegada, quedó recluido en el cuartel de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía.
Lejos de los privilegios de los que gozara en Tokio y Santiago de Chile luego de abandonar su país perseguido por la Justicia, Fujimori quedó ahora detenido a la espera de ser juzgado por más de 20 asesinatos, secuestros, torturas y corrupción. Los casos emblemáticos son las masacres de Barrios Altos y La Cantuta.
Según la ley peruana, por los cargos que enfrenta, el ex-presidente podría ser condenado a 30 años de cárcel.
Alberto Fujimori arribó el sábado a la Base Área Las Palmas proveniente de Chile en un avión Antonov AN-32 de la policía peruana. Según se informó, permanecería recluido primero en el cuartel de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía para luego ser trasladado a un presidio especialmente dispuesto para él. Se descartó de plano que sea enviado a la Base Naval del Callao, donde está preso su ex asesor de inteligencia Vladimiro Montesinos.
Mientras esperaban el arribo de Fujimori, un grupo de 200 partidarios que se habían apostado en la sede de la Policía Aérea lanzaron arengas sobre la inocencia del ex jefe de Estado. Paralelamente, Keiko Fujimori, congresista e hija mayor del extraditado, afirmó: «¡Mi padre merece el trato de un ex presidente! ¡Mi padre es un dignatario!»; además pidió que sea enjuiciado en libertad.
Por sus antecedentes de fuga, es poco probable que se le conceda el arresto domiciliario, y mucho menos la libertad restringida.
Más información
news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_7008000/7008307.stm
www.elmundo.es/elmundo/2007/09/23/internacional/1190501078.html
www.elpais.com/articulo/internacional/elpepuint/20070923elpepuint_1/Tes
