Las relaciones de Estados Unidos con Turquía pueden tener un futuro incierto tras la declaración del Congreso norteamericano, que reconoció el genocidio armenio a manos del estado turco hace 90 años. La consecuencia inmediata fue que la cancillería turca llamó a Ankara a su embajador en Washington.
«Desafortunadamente, algunos políticos en Estados Unidos otra vez sacrificaron asuntos importantes en favor de insignificancias políticas domésticas pese a todos los llamados a mostrar sentido común», afirmó Abdulá Gul, presidente turco.
El Secretario de Defensa, Robert Gates, reconoció que, tras la resolución del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, ha quedado restringido el acceso a las carreteras y el acceso aéreo a Irak a través de territorio turco.
A todo esto, Turquía podría incluso intervenir militarmente en Irak contra los kurdos del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK, su sigla en turco). Este grupo es acusado por Ankara de usar territorio irakí para atacar a Turquía. Ya antes de la resolución del Congreso, el gobierno turco evaluaba seriamente actuar contra el PKK.
Más información
www.elmundo.es/elmundo/2007/10/11/internacional/1192124074.html
www.elpais.com/articulo/internacional/elpepuint/20071012elpepiint_2/Tes
www.clarin.com/diario/2007/10/12/elmundo/i-02615.htm
