La Unión Europea logró cerrar el viernes, en Lisboa, un acuerdo entre los 27 miembros que introduce significativos cambios sobre el ambicioso proyecto de Constitución que fuera rechazado en 2005 por Francia y Holanda. Con aquél precedente, para lograr su aprobación ahora se tratará de saltear los referéndums en cada país.
Tras siete horas de reunión se delineó el texto final, con importantes concesiones a algunos países que se mostraron particularmente tenaces en sus posiciones. Así, Italia consiguió un escaño más en el Parlamento Europeo, y Polonia obtuvo la garantía de que grupos pequeños de países tendrán poder como para posponer decisiones. Sin embargo, los cambios más importantes están en la duración de la presidencia del Consejo Europeo y en la figura del jefe de Relaciones Exteriores; se creará, además, la presidencia europea que, en vez de ser rotativa cada seis meses, durará 30 y la ocupará un político designado. La idea base del proyecto es lograr la unidad de los 27 y superar la fallida Constitución.
Sin embargo, este nuevo texto sigue siendo muy criticados por los «euroescépticos” que en 2005 promovieron los rechazos populares en Francia y Holanda. Precisamente por ello, en la redacción de este nuevo tratado se buscó evitar que la aprobación de cada uno de los 27 se haga por referendum popular, ya que un único revés daría por tierra con el acuerdo. Salvo Irlanda, que por su constitución debe someterlo a votación general, en los otros países podría ser aprobado por el poder legislativo.
El acuerdo será firmado oficialmente el 13 de diciembre y entrará en vigor en el año 2009.
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www.elmundo.es/elmundo/2007/10/19/internacional/1192751848.html
www.elpais.com/articulo/internacional/elpepuint/20071020elpepiint_2/Tes
news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_7052000/7052255.stm
