Los incendios forestales han arrasado el sur de California, dejando ya un muerto, y más de 250 mil evacuados. Cientos de casas y autos fueron devorados por las llamas, obligando a la movilización de 1500 soldados por parte del gobernador Arnold Schwarzenegger.
Es el segundo gran desastre natural que el gobierno republicano debe afrontar tras el desastre del huracán Katrina, que hace 2 años dejó sumergida a la ciudad de Nueva Orleans, donde arreciaron las críticas a Bush. El gobierno federal decidió declarar el estado de emergencia en California. Esto autoriza a la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) «a coordinar las tareas de socorro con el fin de aliviar los sufrimientos causados por la emergencia a la población local», según un comunicado de la Casa Blanca. Además, la FEMA «está autorizada para identificar, movilizar y suministrar los equipos y recursos necesarios para aliviar el impacto de la emergencia».
“La situación está cero por ciento controlada. Estamos a merced del viento», dijo Pamela Conley, alcaldesa de Malibú sobre la situación. La zona más afectada es la cercana a la frontera con México, y se calcula que el fuego arrasó unas 2 mil viviendas, mientras sigue avanzando hacia zonas cada vez más pobladas. «Es un momento trágico para California. Los devastadores incendios mataron a una persona», dijo Schwarzenegger para graficar una situación que es dramática.
Más información
www.lavanguardia.es/lv24h/20071023/53405068795.html
www.clarin.com/diario/2007/10/23/elmundo/i-02401.htm
www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-93367-2007-10-23.html
