Hubo ayer 2 renuncias en el Palacio San Martín: la del vicecanciller Roberto García Moritán y la del Jefe de Ceremonial, Marcelo Pujó.
García Moritán dejó su cargo, según él, por “motivos personales que nada tienen que ver con la investigación en curso”. Agregó que “es una decisión personal: tengo 60 años y quiero reprogramar mis próximos 10 años. Es hora de que dedique más tiempo a mis asuntos personales». En total, estuvo 40 años en el servicio diplomático.
Su nombre no aparecía rozado por el caso de los autos ingresados con franquicia diplomática, si bien su imagen se habría desgastado por la visita del dictador de Guinea Ecuatorial Teodoro Obiang, y por la controversia en torno a la designación de Alberto Iribarne como embajador ante el Vaticano.
Pujó renunció como responsable de ceremonial luego de ser citado a declarar como sospechoso por la causa de los autos. Su nombre aparece como el de uno de los probables integrantes de una asociación ilícita para contrabandear automóviles. A esto se suma que el canciller Jorge Taiana suspendería a Jorge Matas, el separado responsable de Franquicias, quien quedó en el ojo de la tormenta por el caso.
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www.clarin.com/diario/2008/03/12/elpais/p-00601.htm
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