Una multitud participó del cortejo fúnebre que trasladó su cuerpo al cementerio Parque Municipal de Hurlingham. Durante el entierro le reclamaron a la madre no haber entregado el dinero que le pidieron los supuestos captores.
Una multitud compuesta por familiares, vecinos y amigos participaron del cortejo fúnebre que trasladó los restos de Candela Rodríguez, la nena de 11 años que fue encontrada muerta el miércoles en Villa Tesei luego de permanecer desaparecida durante nueve días, hacia el cementerio Parque Municipal de Hurlingham.
El velatorio de Candela se llevó a cabo desde la madrugada del jueves en Vergara al 3330, en Hurlingham, y terminó a las 14, cuando partió la lenta caravana camino al cementerio. El recorrido incluyó la puerta de la casa en la que vivía con su madre y su hermano.
Entre el dolor y los pedidos de justicia, durante el entierro se produjeron incidentes y forcejeos con Carola Labrador, la madre de Candela, a quien varias personas le reclamaron su decisión de no haber entregado el dinero que le pidieron los supuestos captores de su hija.
