Aseguró que en las escuelas porteñas se pudo ver a «muchachos jóvenes, con una computadora» que decían depender del Ministerio del Interior, del director nacional electoral, Alejandro Tullio, y del Correo Argentino. «No estaban autorizados», insistió.
La jueza federal con competencia electoral en la Ciudad de Buenos Aires, María Servini de Cubría, confirmó su denuncia ante la Cámara Nacional Electoral por la «intromisión» de «orientadores electorales» no autorizados en diversas escuelas porteñas durante las primarias del 14 de agosto.
Según Servini de Cubría, se trataba de «muchachos jóvenes, con una computadora, sentados en un rincón, bien visibles», que «les daban entre 500 y 800 pesos y que habían venido pagados por el Correo Argentino», y que su función era decirle a los electores «dónde votar». «No estaban autorizados. Si hasta el Incucai, para el tema de los trasplantes, ha pedido permiso», agregó.
«Cuando empezamos a decirles (a los delegados judiciales) ‘sáquenlos, no están autorizados, han venido a entrometer’, empiezan a decir que dependían del Correo o del Ministerio del Interior o de Alejandro Tullio, director nacional electoral», relató Servini de Cubría. Y aseguró: «El comando electoral no los quería desalojar porque decían que no estaban autorizados. Me constituí personalmente cerca del mediodía y yo misma los desalojé».
